En respuesta al post: Bienvenida
Frase que me ha acompañado hasta hoy y que ha sido 100% efectiva: “Respira. Respira otra vez. Mientras sigas respirando, estarás vivo.”
Pueden pasar varios años y sigue dándome esperanza, porque sigo viva.
Ese post lo escribí porque tenía un sueño, estaba trabajando en él. Mi error fue basar mi sueño en una persona vamos a llamarle “baboso Saurio”. Era mi pareja en ese entonces, de la noche a la mañana no quería contestar llamadas, me evitaba, hasta su madre lo negaba por teléfono. Simplemente desapareció. Y todos los sueños que tuvimos también se desvanecieron.
Un día entre lágrimas sin saber a donde ir, decidí irme lejos (cruce el charco) y decidí realmente construir mi sueño de cuando tenia 15 años irme al extranjero a estudiar y conocer el mundo. Empaque mi soledad, mis ganas de vivir, mis miedos para que me empujen a seguir y desde luego algo de ropa.
Al principio por temas administrativos ( papeles, homologaciones, etc) fui por dos meses luego volví a mi país por mas cosas y ya decidí volver a Europa. En el mes que retorne a Bolivia, muchas madrugadas recibí llamadas del baboso Saurio, nada más escuchar su voz mi respuesta automática: “vete al infierno” y le colgaba mientras decía estupideces.
Al irme a Europa ya por mas tiempo, recibí e-mails, tuve que bloquearlo en redes que tenia en ese entonces. De hecho tuve que cerrar el famoso hi5. En fin … di carpetazo final al baboso Saurio, uno de los últimos e-mails me comentó que lo despidieron de su trabajo, buscaba otro… desconozco su vida a día de hoy.
En la mia, encontré a otras personas que me hicieron creer en el amor, encontré mi destino y mis respuestas en este lado del mundo. Ahora puedo decir que el amor si existe, lo que tuve con el Saurio no fue amor, yo diría que fue un espejismo de lo que yo pensaba que era el amor. Era una absurda codependencia.
Si uno es capaz de disfrutar la soledad, viajando, aprendiendo, conociendo, sin necesidad de “una media naranja” cualquier separación a futuro será mejor llevadera. Porque conoces a tu “yo” en soledad, el que siempre estará ahí por siempre. Ámate y quiérete mucho. Porque de ti depende salir de cualquier hoyo, por mas profundo que caigas.