martes, 5 de marzo de 2013

Urami Bushi


Shizuka de 22 años decidió volar.  Al terminar el funeral de Umiko.

La venganza suele levantar a cualquiera de donde este. Obliga a generar recursos de todo tipo para lograr el cometido.  Y dicen que hace daño??  Creo que no es así.

La periodista le pregunta a Shizuka: Y ahora que le queda después de haber asesinado a Usagi?
Shizuka llorando le contesta: al fin soy libre. En la venganza el más débil es siempre más feroz.
La periodista cierra la entrevista.

Shizuka había entrado al departamento de su padrastro. Lo vió en el suelo retorciéndose de dolor. Shizuka horas antes había envenenado el whisky de su padrastro. Del despacho tomo las dagas con la que su Usagi jugaba los fines de semana en su casa de campo. Lo colgó de pies y jugo tiró al blanco, le clavo 17 de las 20 dagas lanzadas. Las tres dagas que tuvieron un trayecto fallido se las llevo en el bolso como un souvenir. Al finalizar el acto de magia, le rebano el cuello hasta cortar la médula con una katana que Usagi compro hacía unos meses.  Dinero que quito a Umiko, antes de asesinarla.
Shizuka salía bañada en sangre, oliendo a hierro puro.  

“En la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre. “

Las lágrimas de Shizuka en la entrevista eran de felicidad,  no de arrepentimiento. Que quede claro. (Extracto final de la entrevista.)

Horas después Shizuka fue sentenciada a pena de muerte. La acribillaron.