lunes, 20 de octubre de 2014

Ver atrás no es nada bueno...

Cuando camino por las calles de Madrid, tengo ya tantos recuerdos. Que el bar de tal esquina, que las tapas, que los calamares, que las claritas,  que el oso y el madroño, que la plaza de toros, que el corte inglés, que sol, que huertas, que el mercado de San Miguel, que la plaza Mayor, que chueca, que el Retiro, que el metro, que el renfe y tantas palabras más que se me han hecho tan comunes… pero cada lugar con una persona distinta. No me había dado cuenta lo mucho que he llegado a querer esta ciudad. Hasta un día que tuve un viaje y no veía las horas para volver acá… y decir “hogar dulce hogar”.  
Hoy me levante añorando distintos momentos, distintas personas.  Pero también riendo de esos que no quiero recordar.
He conocido tanto loco, loca por estas calles. Tanta gente triste, alegre, gente peculiar, los cerebritos, y los cerebrutos también… Gente especial, gente no tan especial…
Y me pregunto ¿qué me han dejado? Porque ya han pasado por mi vida, y sinceramente algunos los volveré a ver, pero ¿y los otros?  Espero en algún momento volverlos a ver.  Me causa nostalgia el haber viajado, el haberme alejado y tener la idea clara de que a muchos no volveré a ver más.  A veces el mundo me parece tan grande y otras tan pequeño.
a veces ver atrás no es nada bueno. Y más aún si subes a un avión…